viernes, 8 de abril de 2016

EL SEGUNDO CEREBRO


 
Hoy quiero hablaros de un libro muy interesante que se titula "El segundo cerebro" en el cual nos explica que se ha demostrado que existe un segundo cerebro en nuestro organismo que es el formado por el microbioma intestinal y que está en constante comunicación con nuestro primer cerebro que se encuentra dentro del caneo. Así como también la existencia de una relación entre el microbioma intestinal y el estado emocional que forma una vía de doble dirección. Los factores psicosociales influyen en la fisiología del intestino. El estrés pueden afectar al movimiento y a las contracciones de las vías del tracto gastrointestinal, provocando inflamación o haciéndolo más susceptible a infecciones.
Este segundo cerebro está dotado de varios centenares de millones de neuronas, en número mayor al que corresponde a la médula espinal y al sistema nervioso periférico. Mientras que esté primer cerebro, el de la cabeza, se encargaría de procesos mentales, el segundo, el intestinal, se responsabilizaría de emociones, preside la vida orgánica y domina la función rítmica de las vísceras. Recibe y genera fuerzas nerviosas de manera autónoma, preside la nutrición y es el centro de la vida misma. El cerebro abdominal puede vivir sin el craneal, lo que se demuestra en niños que nacen sin eje cerebroespinal. Pero, el cerebro craneal no puede vivir sin el abdominal. Gracias a él hemos podido sobrevivir y evolucionar. Nuestros parientes lejanos escuchaban a sus tripas y actuaban según las señales que sus cerebros intestinales les enviaban. Produce sustancias psicoactivas como serotonina y dopamina que tienen la función del proceso de digestión y colaborar con el sistema immune.

Cuando se desequilibra este microbioma hablamos de disbiosis, que puede ser causada por un elevado consumo de proteínas animales (especialmente carne roja), azúcares simples, estrés o uso abusivo de fármacos. Esto puede causar desde un simple hinchazón abdominal, ocasionales migrañas o reflujo esofágico a estreñimiento crónico, enfermedad inflamatoria intestinal o artritis reumatoide. Cuando el intestino esta inflamado, no absorbe correctamente los nutrientes y puede ocasionar déficit de magnesio (da lugar a la aparición de espasmos musculares), cobre (aumentaría el colesterol), litio (desordenes emocionales), vitamina B6 que tiene efecto antiinflamatorio (la encontramos en alitas de pollo, sardinas con tomate, espinacas congeladas, alubias, plátanos y pimentón), o zinc (lo encontramos en el chocolate negro, cordero, hígado de ternera, ostras, pipas de calabaza y cacahuetes).

Un magnífico remedio para evitar la permeabilidad intestinal es comer alimentos ricos en L-glutamina como el pollo, pavo, magro de cerdo, espinacas, perejil y la col en crudo, frutos secos, yogur y quesos frescos; indicada en traumatismos, cáncer, infecciones diseminadas y quemaduras.

Para tener un microbioma sano hemos de evitar el consumo de productos con gluten y leche de vaca, rebozados y fritos, embutidos de cerdo (excepto lomo y jamón ibérico), quesos curados y semicurados, y carne roja.


Tener una dieta rica en probioticos, como el yogur (especialmente de leche de cabra), kéfir (producto lácteo fermentado), col fermentada, chocolate negro (también rebaja la presión sanguínea y aporta triptófano), sopa de miso, pepinillos encurtidos, tempeh (granos de soja fermentados, fuente de vitamina B12); prebioticos que estimulan el sistema inmunitario, favorecen el crecimiento de las bacterias beneficiosas y dificultan el crecimiento de las patógenas, serian las alubias blancas, habas, higos y ciruelas secas, guisantes, garbanzos, almendras, lentejas y pistachos. Y las verduras, especialmente alcachofas, perejil, puerro, remolacha, apio, cebolla, ajo zanahoria, brocoli, cardo, rábano y borraja; frutas como piña, papaya, manzana y pomelo; junto a infusiones de diente de león, cola de caballo, boldo, melosa y cardo mariano. Los alimentos que deberíamos de potenciar y descubrir son el hinojo, jengibre, quinoa, sésamo, Stevia, tempeh, tofu y fermentados vegetales.

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